Cambios de topografía importantes en altura se interpretan como virtud para direccionar   los ejes dominantes naturales. Cruce imperceptible de los mismos, intencionados hacia una visual de la costa pacífica crean los espacios que dan forma a una volumetría que se combina entre tropicalidad y contemporaneidad.

A su función recorridos que concluyen en captar lo natural, el entorno que integra un juego de elementos voladizos que emergen y manifiestan el elevarse.                                          

En la materialidad pieles como envolvente generan sombras y protección, privacidad de control a gusto, gesto que provee de ritmo propio al proyecto.

Hacia lo complementario prevalece lo crudo lo palpable que esta a la vista y resulta en la duda de lo que será.